ACTUALIZADO: El Jefe Infiltrado en YOIGO (Masha Lloyd), La Sexta TV
Lloyd dice que no es complicado dirigir la comunicación de una empresa, “todo es más fácil si tu jefe es un buen portavoz”.
EN 150 DÍAS, Yoigo, la antigua Xfera, ha comenzado a funcionar en España. Mucho tiempo más lleva su directora de comunicación, Masha Lloyd, en el mundo de la telefonía móvil. Hoy comienza en Barcelona el 3GSM y esta inglesa, que aterrizó en España por amor, afirma convencida que “este mercado no tiene fin”.
Los últimos 15 años ha estado vinculada al mundo de la telefonía móvil, primero en Motorola y luego en Nokia. ¿Esta nueva etapa en Yoigo es la más difícil?
Sí, sin duda. Un operador es más complicado que el fabricante de un producto, porque esto es un servicio público. Un artículo es fácil de colocar en la prensa, es algo que puedes enseñar sobre la mesa, en cambio, un servicio público tiene muchas más complicaciones. En este caso al cliente le interesa la tecnología, pero también los precios, las tarifas, la cobertura... Además, ¿cómo comunicas el nacimiento de un operador nuevo, que antes se llamaba Xfera y ahora Yoigo? Conseguirlo es un reto, pero también tiene una enorme fascinación.
Yoigo lucha por ser la cuarta operadora, en un momento, en el que van a entrar los operadores móviles virtuales. ¿Qué va a pasar?
Nada. El mercado español es estructurado pero no es maduro. Si te vas a Suecia, que tiene la cuarta parte de la población de España, encontrarás cinco operadores con red propia y unos 35-40 virtuales. ¿Todas ellos han sobrevivido? Pues quizás no. Pero si en Suecia hay espacio para todas esas empresas con esa población, aquí también lo hay. La competencia fomentará este mercado y la gente hablará más.
Ha sido una pionera en la comunicación de productos de telefonía. ¿Cómo era el primer móvil que llegó a España?
Eran los años noventa y había muy pocos. Motorola presentó el primero que era pequeño: el Microtalk pesaba 400 gramos y costaba 400.000 pesetas. Eran un producto de lujo, carísimos y con poca cobertura. El Rey, el Gobierno y algunos empresarios eran los únicos que tenían uno. Sin embargo, en muy poco tiempo, la gente se enganchó porque vieron lo útil que es. ¿Ahora te puedes imaginar tu vida sin móvil? Es la mejor manera de comunicar. Recuerdo que un brillante director de Nokia me comentaba que “la gente, primero, tiene que comer, luego vestir, y por último, comunicar”. Y es verdad, la llegada del móvil ha cambiado la forma de comunicarse de las personas.
Los últimos 15 años ha estado vinculada al mundo de la telefonía móvil, primero en Motorola y luego en Nokia. ¿Esta nueva etapa en Yoigo es la más difícil?
Sí, sin duda. Un operador es más complicado que el fabricante de un producto, porque esto es un servicio público. Un artículo es fácil de colocar en la prensa, es algo que puedes enseñar sobre la mesa, en cambio, un servicio público tiene muchas más complicaciones. En este caso al cliente le interesa la tecnología, pero también los precios, las tarifas, la cobertura... Además, ¿cómo comunicas el nacimiento de un operador nuevo, que antes se llamaba Xfera y ahora Yoigo? Conseguirlo es un reto, pero también tiene una enorme fascinación.
Yoigo lucha por ser la cuarta operadora, en un momento, en el que van a entrar los operadores móviles virtuales. ¿Qué va a pasar?
Nada. El mercado español es estructurado pero no es maduro. Si te vas a Suecia, que tiene la cuarta parte de la población de España, encontrarás cinco operadores con red propia y unos 35-40 virtuales. ¿Todas ellos han sobrevivido? Pues quizás no. Pero si en Suecia hay espacio para todas esas empresas con esa población, aquí también lo hay. La competencia fomentará este mercado y la gente hablará más.
Ha sido una pionera en la comunicación de productos de telefonía. ¿Cómo era el primer móvil que llegó a España?
Eran los años noventa y había muy pocos. Motorola presentó el primero que era pequeño: el Microtalk pesaba 400 gramos y costaba 400.000 pesetas. Eran un producto de lujo, carísimos y con poca cobertura. El Rey, el Gobierno y algunos empresarios eran los únicos que tenían uno. Sin embargo, en muy poco tiempo, la gente se enganchó porque vieron lo útil que es. ¿Ahora te puedes imaginar tu vida sin móvil? Es la mejor manera de comunicar. Recuerdo que un brillante director de Nokia me comentaba que “la gente, primero, tiene que comer, luego vestir, y por último, comunicar”. Y es verdad, la llegada del móvil ha cambiado la forma de comunicarse de las personas.
¿ Y hacia donde va este mercado?
España, en 1990, tenía un índice de penetración del 0,2%. Se decía que la gente mayor y los niños no iban a usar el móvil pero ya hay pequeños con nueve años que tienen uno. Con el teléfono móvil hoy llamamos a personas y no a lugares.
Pero ¿cuál va a ser el siguiente paso en estos artilugios?
Creo que el mercado apostará por nichos y segmentos. Existirá una BlackBerry con todas sus funciones para un profesional que pueda leer su e-mail. Y también habrá terminales que usarán mis hijas. Creo que el messenger ya está muy implantado y no lo descarto. Antes, lo importante era la voz, pero el mensaje corto lo ha sustituido. Es más fácil escribir que hablar porque muchas veces no quieres mirar a los ojos de la otra persona. Nadie sabe cuál va ser la aplicación que todo el mundo querrá en el futuro en su móvil. Cuando se inventó el mensaje corto, nadie sabía cuál era su porvenir. Esta respuesta está en la calle. Sólo sé que el mundo sin móvil no me lo imagino. Y lo mejor de él es que lo puedes apagar cuando quieras.
¿Qué va a pasar con el iphone?
Me ha extrañado que no sea de tercera generación. Me ha parecido una apuesta muy valiente por parte de Apple. El ipod y la BlackBerry son dos iconos. Es terrible decirlo pero su éxito tiene que ver con el momento. ¿Por qué ha funcionado el ipod y otros muchos fabricantes que antes lo habían intentado no les resultó?
¿Por el diseño?
Sí, pero hay mandos a distancia que son iguales. ¿Cuál es el secreto? Un poco de suerte y otra vez el consumidor. Por mucha mercadotecnia que hagas, si tu producto no gusta en la calle es muy difícil de vender...
España, en 1990, tenía un índice de penetración del 0,2%. Se decía que la gente mayor y los niños no iban a usar el móvil pero ya hay pequeños con nueve años que tienen uno. Con el teléfono móvil hoy llamamos a personas y no a lugares.
Pero ¿cuál va a ser el siguiente paso en estos artilugios?
Creo que el mercado apostará por nichos y segmentos. Existirá una BlackBerry con todas sus funciones para un profesional que pueda leer su e-mail. Y también habrá terminales que usarán mis hijas. Creo que el messenger ya está muy implantado y no lo descarto. Antes, lo importante era la voz, pero el mensaje corto lo ha sustituido. Es más fácil escribir que hablar porque muchas veces no quieres mirar a los ojos de la otra persona. Nadie sabe cuál va ser la aplicación que todo el mundo querrá en el futuro en su móvil. Cuando se inventó el mensaje corto, nadie sabía cuál era su porvenir. Esta respuesta está en la calle. Sólo sé que el mundo sin móvil no me lo imagino. Y lo mejor de él es que lo puedes apagar cuando quieras.
¿Qué va a pasar con el iphone?
Me ha extrañado que no sea de tercera generación. Me ha parecido una apuesta muy valiente por parte de Apple. El ipod y la BlackBerry son dos iconos. Es terrible decirlo pero su éxito tiene que ver con el momento. ¿Por qué ha funcionado el ipod y otros muchos fabricantes que antes lo habían intentado no les resultó?
¿Por el diseño?
Sí, pero hay mandos a distancia que son iguales. ¿Cuál es el secreto? Un poco de suerte y otra vez el consumidor. Por mucha mercadotecnia que hagas, si tu producto no gusta en la calle es muy difícil de vender...
La publicidad de esta empresa nórdica ha sido clave para convertirla en la cuarta operadora de telefonía móvil en España. En la pasada Navidad, su campaña fue la segunda más recordada. El ingenio también juega malas pasadas porque uno de sus anuncios (Las modelos también hacen caca) fue retirado. El resto ha sorprendido, por una vez, al consumidor.
En un mercado que tiene muy mala prensa –no es nada fácil abandonar una operadora por otra– Yoigo ha apostado por la “honestidad”. ¿Por qué?
Porque hemos apostado por la sencillez, la transparencia y la facilidad de las tarifas. No queremos un maremágnum de planes: o,12 por minuto y ya está.
Pero ante esta campaña, ¿en el momento en el que la empresa meta la pata se les echarán encima?
Sí, es cierto, y hay que tener narices para hacerlo. Si crees en algo, hay que apostar por ello. Si al cliente le dices que luchas por ello, a pesar de que haya problemas, debes mantener tu filosofía y tu actitud.
Ver ARTICULO ORIGINAL
Fotografía por DIARIO METRO
No hay comentarios:
Publicar un comentario